La Red Pública de Viviendas de Castilla-La Mancha, la mayor de toda España por número total de viviendas y por número de plazas públicas en las mismas, está conformada por más de 150 viviendas subvencionadas con entidades locales y con entidades sociales, dando respuesta de alojamiento a más de 1.500 personas mayores, al tiempo que genera 600 puestos de trabajo, mayoritariamente, femenino en entornos muy rurales. A lo largo de la legislatura, el Gobierno del presidente García-Page ha impulsado 14, frente a las 22 viviendas de mayores que quedaron fuera de la red pública en la etapa anterior.
En el año 2016 se abrieron las viviendas de Chillarón, Villarejo de Fuentes y Albalate de las Nogueras en la provincia de Cuenca; Almoguera y Fuentelsaz en la de Guadalajara y finalmente Buenasbodas en Toledo. En 2017 se abrieron las viviendas de mayores de Belmontejo (Cuenca), Cañada Juncosa (Cuenca) y Zaorejas en (Guadalajara). En 2018 se ha recuperado la vivienda de Cebolla y se han aperturado las de Puerto de San Vicente y Mejorada, todas ellas en la provincia de Toledo. En 2019 se están impulsando las viviendas de Ballesteros de Calatrava (CR) y de Los Hinojosos (CU).
La provincia de Cuenca, es la provincia con mayor número de este tipo de recursos residenciales en la región en las que se atiende a las personas que desean seguir viviendo en su entorno más próximo en un modelo de atención centrada en la persona en unidades convivenciales de 10 plazas de media. Le siguen la provincia de Guadalajara, Ciudad Real, Toledo, y finalmente Albacete.
Además, más de 400 usuarios disfrutan de servicios auxiliares de las viviendas, como servicios de comedor, comidas a domicilio, lavandería, acompañamiento, sin necesidad de residir en la vivienda. Con lo que unas 1.600 personas mayores disfrutan de la red de viviendas de la región.