El Gobierno regional por medio del Instituto de la Mujer convoca ayudas desde 2016 para la prevención de la discriminación múltiple y la discriminación interseccional, que se produce cuando varios motivos de discriminación interactúan simultáneamente sobre las mujeres, dando lugar a situaciones de mayor vulnerabilidad. Con especial atención a las víctimas de la violencia de género, a las mujeres con discapacidad y a otras discriminaciones derivadas de su pertenencia a colectivos desfavorecidos o de mayor vulnerabilidad. La cantidad destinada para estas convocatorias de subvenciones es de 104.000 euros en 2016; 206.000 euros en 2017 y parte de 2018, y 121.000 euros para el período desde mayo a diciembre de 2018 y 175.000 euros para el año 2019. A través de estas convocatorias se han financiado un total de 59 proyectos.
El Instituto de la Mujer muestra el absoluto compromiso del Gobierno regional por la igualdad con independencia de la orientación sexual e identidad de género. De este modo, y desde su papel de impulsar la aplicación transversal del principio de igualdad de trato y no discriminación, ha promovido la elaboración de un protocolo de actuación que pretende facilitar acciones coordinadas con la finalidad de evitar el estigma, la patologización y la transfobia que frecuentemente experimentan las personas menores trans.
Pero además, seguimos avanzando en las políticas LGTBI incorporando por primera vez al Consejo de Dirección del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha a una activista LGTBI. Se ha creado una sección LGTBI en el Centro de Documentación y Biblioteca Luisa Sigea; se han puesto en marcha Campañas de Visibilidad Lésbica en 2016, 2017 y 2018; se han llevado a cabo jornadas de reflexión sobre las identidades Trans durante la infancia y la juventud y se ha aprobado el acceso a técnicas de reproducción asistida dentro del sistema sanitario público a todas las mujeres, independientemente de su orientación sexual, su estado clínico (sean fértiles o no) o de su situación afectiva (con y sin pareja). Con estas instrucciones se pone fin a un proceso largo y complejo de reivindicaciones llevadas a cabo por movimientos sociales para universalizar la fecundación asistida dejando atrás modelos anclados en el pasado.