El Gobierno de Castilla-La Mancha está ampliando los servicios de atención a la mujer en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.
Varios son ya los Centros Hospitalarios de la región, como el de Talavera de la Reina, que han iniciado experiencias de mejora en el servicio y la humanización de la asistencia en sus unidades de Obstetricia y Ginecología. La humanización del parto y la atención individualizada en el post parto, son medidas llevadas a cabo que buscan una atención personalizada. Se está trabajando en conseguir la certificación y el reconocimiento de la calidad de estos servicios, contando con el esfuerzo y la complicidad de los equipos profesionales que los integran.
Las iniciativas de humanización están muy bien valoradas entre las embarazadas. A modo de ejemplo, en sus primeros dos años de balance, más de 600 embarazadas participaron en el ‘paritour’ del Hospital de Talavera, una visita que complementa, además, el trabajo formativo e informativo que las matronas de Atención Primaria llevan a cabo con las mujeres embarazadas y sus parejas, particularmente relevante durante el tercer trimestre de la gestación.
Además, se han modificado y adaptado aquellas normas que excluían a determinados colectivos de mujeres el acceso a las técnicas de reproducción asistida. Desde el 1 de enero de 2017, las mujeres de Castilla-La Mancha pueden acceder a técnicas de reproducción asistida independientemente de su orientación sexual. Con esta medida, se pone fin a la exclusión que sufría el colectivo de mujeres lesbianas en el acceso a las técnicas de reproducción asistida y favorece la equidad de éstas para ejercer su derecho a la maternidad.
Por otro lado, el trabajo del Gobierno en materia de adicciones ha puesto de manifiesto la necesidad de implementar la perspectiva de género en los recursos propios que prestan la atención a estas personas. El tratamiento de las adicciones ha tenido siempre un marcado sesgo masculino. Muchos centros, la mitad de los existentes en Castilla-La Mancha, son exclusivamente para hombres, y el resto, que son mixtos, trabajan a menudo con programas de intervención diseñados para hombres. Ello hace que el acceso de las mujeres con adicciones sea más difícil y sus resultados peores. Diagnosticada esta situación, la Consejería de Sanidad y el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha han diseñado acciones conjuntas para poner en marcha un proyecto de centro residencial-terapéutico para mujeres con adicciones con o sin hijos a cargo.