En Castilla-La Mancha existe una deducción en el tramo autonómico del IRPF por discapacidad de descendientes o ascendientes de la persona contribuyente.
Quienes tengan un ascendiente o descendiente con un grado de discapacidad acreditado igual o superior al 65 por ciento, siempre que estos tengan derecho a la aplicación del mínimo por discapacidad de ascendiente o descendiente, pueden deducirse de la cuota íntegra autonómica la cantidad de 300 euros. Esto se aplica exclusivamente a bases imponibles, entendiendo como tal la suma de la base imponible general y la de ahorro, que no sean superiores a 27.000 euros en tributación individual o a 36.000 euros en tributación conjunta.
Esta deducción se mantiene para el ejercicio 2022. En el ejercicio 2021 se beneficiaron de ella más de 1.400 personas.