Infraestructuras y Equipamientos
Diseñaremos acciones de control y vigilancia de Infecciones en centros sanitarios para luchar contra la resistencia bacteriana.
La resistencia bacteriana al uso de antibióticos es un problema de alcance internacional que requiere de la colaboración e implicación del conjunto de la sociedad. En este sentido, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha se ha sumado a distintas campañas para promover entre la población el buen uso de los antibióticos, pero también con el diseño de planes específicos en nuestra región, como el Plan Regional frente a la Resistencia a Antibióticos (PRAN-CLM), dentro del que se trabaja en el desarrollo de líneas estratégicas dirigidas a implementar nuevas acciones que permitan afrontar este problema y mejorar y coordinar el trabajo que ya se realiza en los centros sanitarios de la región, así como otras acciones puestas en marcha en el ámbito de la Estrategia de Seguridad del Paciente 2019-2023.
En lo que respecta al PRAN, se ha diseñado un Plan de Acción para el periodo 2020-2021 con el fin de implementar y planificar sus líneas de trabajo orientadas a la consecución de los objetivos. Así, se han definido seis líneas estratégicas: vigilancia del consumo de antibióticos y de la resistencia a estos; control del consumo y la resistencia a antibióticos; prevención de la necesidad de uso de los antibióticos; investigación de la resistencia; formación en materia de resistencia, dirigida a los profesionales de la salud; y comunicación y sensibilización de profesionales y ciudadanos.
A modo de ejemplo, en las gerencias asistenciales se han puesto en marcha iniciativas enmarcadas en el PRAN - CLM, como la creación durante 2020 de los equipos del Programa de Optimización de uso de Antibióticos en los 14 hospitales del SESCAM y en el ámbito de la Atención Primaria en las gerencias de Almansa, Guadalajara y Talavera de la Reina. Asimismo, en enero de 2020 el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Salud Pública, ha constituido un grupo de trabajo multidisciplinar para abordar el mejor manejo en la detección, prevención y tratamiento sobre las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS). Así, de acuerdo con los datos recogidos a cierre de 2020 el descenso del consumo de antibióticos en Castilla-La Mancha entre 2018 y 2020 es del 21% en el ámbito comunitario y del 44% entre 2019 y 2021 en el ámbito hospitalario.
Por otro lado, desde la Consejería de Sanidad se ha diseñado un programa formativo dirigido a profesionales sobre la implementación del Programa de Optimización de Uso de Antibiótico en Atención Primaria y Centros Sociosanitarios, una herramienta esencial para afrontar el incremento de infecciones provocadas por bacterias resistentes a los antibióticos que es, a día de hoy, un grave problema de salud pública.
Asimismo, desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y en el marco de la Estrategia de Seguridad del Paciente se cuentan distintas iniciativas orientadas a disminuir las infecciones asociadas con la asistencia sanitaria, como el Plan de Higiene de Manos y Buen Uso de los Guantes, los trabajos para extender el Proyecto Código Sepsis en todas las gerencias asistenciales o un nuevo impulso a los proyectos Zero de las Unidades de Cuidados Intensivos.