Consumo responsable
Un plan de consumo sostenible que haga realidad el derecho de las personas a un medio ambiente saludable, permita el ejercicio de un consumo responsable y contribuya al desarrollo sostenible.
El 15 de marzo de 2022, el Consejo de Gobierno acuerda la aprobación del Plan Estratégico de Consumo Responsable 2021-2024, que desarrolla la Ley 3/2019, de 22 de marzo, del Estatuto de las Personas Consumidoras en Castilla-La Mancha, que por primera vez incorpora nuevos derechos de las personas consumidoras en relación a la sostenibilidad e inclusividad de nuestro modelo de consumo, y que pretende integrar dos líneas de actuación: las políticas de información y defensa de las personas consumidoras y las propuestas de renovación de los hábitos de consumo que propone el consumo sostenible.
Este Plan, además, integra dos ejes estratégicos: la promoción de un consumo más inclusivo, y la promoción de alternativas de consumo cooperativas y comunitarias, para potenciar la economía social y solidaria como sector económico que puede dar respuesta a los retos demográficos, medioambientales y de necesidad de creación de empleo local de calidad a los que nos enfrentamos.
El Plan se publica en el Diario Oficial el 28 de marzo de 2022, con efectos desde el día siguiente a su publicación.
La Ley 3/2019 define la soberanía alimentaria como el derecho a una alimentación nutritiva y culturalmente adecuada, accesible y producida de forma sostenible y ecológica, lo que implica la capacidad de decidir libremente un sistema alimentario y productivo propio. Dado que en la actualidad existen ya iniciativas de soberanía y sostenibilidad alimentarias de ámbito local, es preciso no solo su ordenamiento sino también su fomento, de forma que puedan extenderse y también ampliar su ámbito de actuación mediante la configuración de nuevas redes distribuidas por todo el territorio regional. Es necesario informar, divulgar y promover el conocimiento de dichas iniciativas entre las personas consumidoras con objeto de contribuir a la adquisición y consolidación de buenas prácticas de consumo responsable y sostenible en la población castellano-manchega.
Por otro lado, la Comisión Regional de Distintivos a las Mejores Prácticas en Materia de Consumo determinó conceder el distintivo a diversas entidades. Se trata de un reconocimiento que tiene por objeto de incentivar la participación voluntaria para llevar a cabo iniciativas que redunden en un mayor bienestar para las personas consumidoras y que sirvan de modelo para otras, por el valor social y medioambiental de las actividades que desarrollan, en el marco de un consumo responsable, inclusivo, colaborativo, sostenible y solidario.
El primer acto de entrega de dichos distintivos tuvo lugar el 15 de marzo de 2021 y justo un año después, coincidiendo nuevamente con el día mundial de los derechos de las personas consumidoras, se celebró el segundo. En cada uno de los actos doce entidades fueran reconocidas con el distintivo a las Mejores Prácticas en Materia de Consumo.
Desde la Consejería de Desarrollo Sostenible también se promueven ayudas para desarrollar proyectos en materia de consumo responsable realizados por entidades sin ánimo de lucro. La orden publicada en julio de 2021 contempla entre las áreas de intervención el consumo de proximidad, la alimentación sostenible y saludable, la prevención del desperdicio alimentario, hábitos de compra responsable y consciente, la recuperación de envases, el reciclaje, el comercio justo, la economía solidaria, el uso eficiente de recursos naturales en el ámbito de un consumo responsable, entre otras. A través de esta convocatoria, pionera en España, se financian 18 proyectos de consumo responsable con ayudas por importe de 125.000 euros. La convocatoria de 2022 ha contado con un 20% más de presupuesto y el importe de las ayudas llegó a los 150.000 euros.
Asimismo, la campaña regional ‘Lo que sobra no se tira’, en colaboración con la Federación Regional de Hostelería y Turismo en sus diferentes provincias, tiene como objetivos fundamentales prevenir y reducir el desperdicio alimentario a la vez que se aprovechan los excedentes.