Las características intrínsecas de la región de Castilla-La Mancha hacen que el riesgo de incendios sea elevado, algo a lo que hay que sumar las causas de origen antrópico -sea por accidentes o por negligencia-. Esto incrementa el impacto negativo derivado de la destrucción del patrimonio natural y la pérdida de bienes y servicios asociados.
Los incendios forestales son uno de los siniestros que más alarma social crea debido a su magnitud y los daños en el medio natural, pero también por los riesgos directos que sobre la población pueden llegar a generar. Su lucha y combate se realiza desde múltiples frentes, desde la prevención durante todo el año hasta actuaciones en primera línea de defensa contra el fuego.
Con la formación en incendios forestales se pretende la capacitación para la prevención de incendios y su extinción, ofreciendo unos conocimientos especializados que permitan acceder a una actividad profesional que se desarrolla según las más estrictas normas de seguridad en situaciones de emergencia además de fijar población en el entorno rural y natural con las actividades de prevención.
Desde la Viceconsejería de Medio Ambiente se ha elaborado un borrador de presentación de la propuesta para la Escuela Internacional de Incendios Forestales (ESIFOR) para solicitar al Ministerio su ubicación en Castilla-La Mancha, como una escuela para formar en competencias de incendios forestales para el Ministerio y todas las comunidades autónomas.