En Castilla-La Mancha hay cuatro millones de hectáreas de cultivo, de las que 600.000 son de regadío.
El Gobierno regional está trabajando en la elaboración de un Plan Director de Regadíos 2022-2030 que permita poner en riego, dentro de las reservas recogidas en los planes hidrológicos, hasta 25.000 hectáreas. En octubre de 2024 se dispone la apertura de un periodo de información pública sobre el proyecto de Plan y su evaluación ambiental estratégica.