En Castilla-La Mancha hay cuatro millones de hectáreas de cultivo, de las que 600.000 son de regadío.
El Gobierno regional está trabajando en la elaboración de un Plan Director de Regadíos que permita poner en riego, dentro de las reservas recogidas en los planes hidrológicos, hasta 25.000 hectáreas. En julio de 2024, el Plan ha superado el trámite de consultas y está en elaboración el estudio ambiental estratégico.