Siete son las cuencas cuyas masas de agua riegan Castilla-La Mancha. De ellas, la que está sometida a una continua presión es la cuenca del Tajo debido al Trasvase Tajo-Segura. La defensa de los caudales ecológicos, en general, y del Tajo en particular, es un eje central de la acción del Ejecutivo regional.
Así, el presidente del Gobierno regional defiende un consenso nacional en materia de agua, así como el fin del trasvase. Es el momento de revertir las reglas de un trasvase que desde hace más de 40 años está lastrando el desarrollo de Castilla-La Mancha y que, a día de hoy, es una realidad que no es sostenible.
En este sentido, el Gobierno ha presentado alegaciones en la consulta previa para la modificación de las reglas de explotación del trasvase enfocadas, principalmente, al mantenimiento de los caudales ecológicos y a la prioridad de la cuenca cedente.
Asimismo, en enero de 2025 vota en contra de la aprobación del Plan especial de Sequía de la demarcación del Segura, en el transcurso de la reunión del Consejo del Agua celebrada en Murcia, ya que incorpora recursos procedentes de la cuenca del Tajo, olvidándose del principio de unidad de cuenca como marca la Directiva marco del Agua.