Una de las infraestructuras estratégicas pendientes de ejecución por parte del Gobierno de España en Castilla-La Mancha es completar la Autovía A-40 entre Toledo y Ocaña. Es una infraestructura fundamental para la vertebración territorial de la región, ya que permitiría unir por vía de alta capacidad dos capitales de provincia, Toledo y Cuenca. A día de hoy, la vía de alta capacidad comienza en Ocaña, quedando este tramo de 30 kilómetros pendiente. A su vez, es necesaria su ejecución ya que no hay conexión directa por Alta Velocidad entre ambas ciudades, siendo la única opción a través de Madrid.
En mayo de 2023 se aprueba el estudio informativo del tramo de la A-40 entre Toledo y Ocaña que supone más de 200 millones de euros. La alternativa seleccionada por el Ministerio tras el proceso de información pública y de evaluación ambiental es la denominada `Alternativa 1 con conexión´, con una longitud aproximada de 21 km, estimándose el presupuesto base de licitación de las obras en 204,1 millones de euros (IVA incluido).
En este sentido, el Gobierno regional mantuvo una reunión en enero de 2024 con el Gobierno de España en la que se volvió a insistir en la necesidad de avanzar en este proyecto. Así, se insistió en que una vez aprobado el trazado definitivo de la futura autovía, se proceda a redactar los proyectos de construcción de la autovía para comenzar las obras en el menor tiempo posible.