El envejecimiento de la población es uno de los desafíos de calado a los que se enfrenta el sistema sanitario. Es por eso que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se trabaja para desarrollar acciones que favorezcan un envejecimiento saludable, pero también para diseñar estrategias específicamente centradas en las personas mayores con el objetivo de asegurar su calidad de vida. Precisamente la promoción del envejecimiento saludable es uno de los ejes sobre los que pivota el Plan de Salud Horizonte 2025.
Una de las líneas de trabajo es el desarrollo de una estrategia que aborde la fragilidad de las personas mayores, promoviendo un envejecimiento activo y en salud. Un documento en el que ya está trabajando un equipo de profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, tal y como anunció el consejero de Sanidad en septiembre de 2019, y que se encuadra en el marco de las directrices de la Unión Europea y de la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, destaca el Estudio Toledo de Envejecimiento Saludable, impulsado hace más de una década por el servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo y por el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad en colaboración con el Centro de Investigación Biomecánica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable y en el que participan centros de distintas comunidades autónomas. Orientado al estudio de los distintos modelos de fragilidad y envejecimiento saludable, sus determinantes sociales, clínicos, fisiopatológicos y genéticos, trata también de identificar la relación entre estilos de vida, fragilidad, enfermedades crónicas y discapacidad.
Asimismo, cabe resaltar también los programas de promoción del Envejecimiento Activo promovidos por la Consejería de Bienestar Social, a los que solo en 2022 el Gobierno regional destina más de 5 millones de euros. Así, destacan los los programas de Termalismo y de Hábitos Saludables. En 2019 participaron más de 7.000 personas en estos programas, que contaron con 2.560 plazas en 2021 y nuevamente con 7.000 en 2022 tras la irrupción de la pandemia, al tiempo que se han retomado las actividades del programa 'Hábitos saludables al aire libre'. Además, es destacable el programa de Rutas Senderistas que contribuye a la actividad física al aire libre de las personas mayores. Se inició en 2016. Durante 2019 han participado cerca de 5.000 mayores. En 2020 se truncó por la pandemia de covid y se está volviendo a retomar.
Por otro lado, en mayo de 2022 en la Conferencia Sectorial del Deporte se aprueba un reparto de fondos a las comunidades autónomas para el fomento de la actividad física. Castilla-La Mancha recibe más de 600.000 euros de fondos europeos para la implantación de la ‘receta deportiva’, que consiste en la prescripción en el ámbito sanitario y la derivación al sistema deportivo/comunitario de personas inactivas o con patologías que puedan requerir determinadas pautas de actividad y/o ejercicio físico para su tratamiento.