El Plan de Salud de Castilla-La Mancha Horizonte 2025 establece que la salud sexual y reproductiva debe ser una prioridad en las políticas sanitarias, no sólo para prevenir los embarazos no planificados sino para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las personas, y en particular de las mujeres. Asimismo, se contempla la promoción de una educación afectivo-sexual con enfoque de género, promoviendo modelos igualitarios y no sexistas que generen relaciones afectivas sanas desde el respeto al cuerpo de las personas, especialmente el de las mujeres, al tiempo que se plantea el diseño de intervenciones centradas en la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.