Desde 2015, se han impulsado y desarrollado desde la Consejería de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha nuevas medidas con las que dar un giro a la situación encontrada en relación al calendario de vacunas, a la cobertura de las mismas y a la adquisición y distribución de éstas.
En coordinación y colaboración con los distintos servicios que tienen implicación en la administración de vacunas, tanto en los servicios centrales como en las direcciones provinciales, se establecieron los pasos a dar para impulsar la mejora y transformación de los procesos relativos a las vacunaciones. Los primeros pasos dados fueron conseguir la adaptación al calendario vacunal recomendado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial.
En 2016, a propuesta de la Ponencia de Vacunas, y con el visto bueno de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud, se aprueba un cambio en la vacunación infantil cuyos efectos se plasman sobre todo a partir de 2017.
Hasta entonces, la vacunación infantil se realizaba con la vacuna Pentavalente (5 vacunas en un solo pinchazo) y una dosis de Hepatitis B pediátrica. Lo que suponía que cada niño llevaba un total de 3 pinchazos de pentavalente y 3 de hepatitis B pediátrica. Total 6 pinchazos (6 dosis de vacuna).
La aparición en 2017 de la vacuna Hexavalente mejora la protección reduciendo el número de pinchazos. Esta nueva vacuna lleva integrada en su composición la protección para la Hepatitis B pediátrica y su administración se realiza en 3 pinchazos.
Además, en noviembre de 2015 se decidió priorizar la vacunación a las embarazadas del último trimestre de vacunas de tosferina para proteger a los recién nacidos. En 2016, por un problema de desabastecimiento a nivel europeo de esta vacuna, se tuvo que transferir la administración de la vacuna al año siguiente. Ello hizo necesario que, en 2017, además de las vacunaciones previstas para embarazadas se tuviera que cubrir ese grupo infantil que en 2016 no pudo ser vacunado. En 2017 se adquirieron 17.000 vacunas más de las que inicialmente estaban previstas.
En 2015 se adquirieron 378.655 vacunas por un importe de 5.441.243 euros; en 2016 se adquirieron 428.788 vacunas con una inversión de 7.333.277 euros y en 2017 se adquirieron 426.685 dosis con una inversión de 8.994.037 euros y una cifra similar en el ejercicio 2018. A ello hay que sumar la contratación del suministro de vacunas frente a la gripe estacional. El contrato para la campaña 2017-2018 alcanzó el millón de euros.
También se han mejorado los canales de adquisición, distribución y entrega de las dosis, incluso en los momentos en los que los laboratorios han tenido escasez de algunas vacunas. Esto ha sido posible por la labor de planificación previa de necesidades.
Con estas novedades, podemos asegurar que la situación ha mejorado significativamente en una doble vertiente: teniendo un calendario unificado que asegura la cobertura de la infancia y la tranquilidad a sus familias y una mejora en la planificación del proceso en colaboración con los equipos de profesionales.
En octubre de 2018 el Gobierno regional autoriza una inversión de 4,9 millones de euros para la adquisición de vacunas destinadas al programa de inmunizaciones de Castilla-La Mancha, que en esta ocasión incluye también la vacuna tetravírica contra el sarampión, rubeola, parotiditis y varicela para niños de 4 años. Y en febrero de 2019 se autoriza un gasto de 700.000 euros para la adquisición de 18.000 dosis de vacuna cuádruple vírica, que se empieza a administrar ese año como novedad.