Desde el inicio de la presente legislatura hemos presentado recurso a todos los trasvases realizados del Tajo al Segura (hasta ahora 30) para conseguir que se respeten los derechos de la cuenca cedente, que en no pocas ocasiones, ha necesitado ser abastecida para consumo humano por medio de cisternas.
Además, dado que no se respeta el caudal ecológico del río, éste sufre una contaminación inaceptable, reconocida y denunciada, por numerosos organismos y colectivos. Una muestra de ello, se produjo el pasado mes de octubre: el Tajo amanecía cubierto de espumas y desde el Gobierno Regional se reclamaba al Gobierno Central más control sobre la calidad del agua, dado que son las respectivas Confederaciones Hidrográficas las responsables de la gestión y el control del agua de los ríos de nuestro país.
En junio de 2016 se presentaba en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo el informe elaborado por un grupo de eurodiputados sobre la situación de los ríos Ebro y Tajo, después de la visita que realizaron el pasado mes de febrero a esta cuencas. La Comisión de Peticiones de la Eurocámara reclamará a la autoridades españolas que cambien «completamente» su modelo de gestión de los recursos hídricos en España y den «prioridad a los requisitos medioambientales frente a los socioeconómicos».
El Gobierno de Castilla-La Mancha pide que el Pacto Nacional del Agua contemple elevar el mínimo no trasvasable en los pantanos de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, a 900 hectómetros cúbicos, así como un caudal ecológico del río a su paso por las ciudades de Toledo y Talavera de la Reina.