Hemos reiniciado las obras de depuración paralizadas por el anterior equipo de gobierno del Partido Popular. Las 157 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDARs) paradas, estaban suponiendo una pérdida para las arcas públicas de 68 millones de euros, debido a varios factores: a la pérdida de los fondos FEDER que iban destinados a cofinanciar algunas de esas obras inconclusas, al sobrecoste que supone reponer o reparar las infraestructuras y equipos deteriorados por el paso del tiempo o por el vandalismo sufrido. Por otro lado, en ocasiones, se ha tenido que negociar con los adjudicatarios la resolución de muchos contratos y el pago de las correspondientes indemnizaciones.
Afrontando todo este esfuerzo, el Gobierno Regional ha retomado las obras de estas depuradoras y, de ellas, en esta legislatura ya se han puesto en marcha 53 y 4 más están ultimándose. Una inversión de más de 107,5 millones de euros entre obra y explotación desde el año 2015 en esta materia. Por citar sólo un ejemplo de esta nueva política, es la aprobación del gasto, en los primeros meses de legislatura, para la realización de las depuradoras de aguas residuales de Cenizate, Navas de Jorquera y Fuentealbilla en Albacete. En la misma línea, se inauguró, el 6 de abril de 2016, el grupo de estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas que beneficia a los municipios toledanos de Albarreal de Tajo, Burujón, Carmena-Escalonilla y Gerindote. En marzo de 2018 se puso en marcha el Grupo de Depuración de los municipios conquenses de Santa María del Campo Rus, Tresjuncos, Pinarejo, Osa de la Vega, Fuentelespino de Haro y Montalbanejo. En junio de 2018, se inauguró la EDAR Sagra-Baja, también entre las obras paradas del anterior Gobierno, que este Ejecutivo ha puesto en marcha con una inversión de 20 millones de euros, siendo esta la de mayor complejidad técnica y económica de la legislatura. Y a principios de 2019, la mayor infraestructura realizada a nivel regional, el Grupo de Sisante.
Gracias a estas infraestructuras, estas zonas afectadas ven sus aguas residuales depuradas correctamente, lo que repercute sin duda en la mejora medioambiental y evita además el incumplimiento de la normativa que podría acarrearles un perjuicio económico debido a procedimientos sancionadores.