La diversificación energética de nuestra comunidad pasa por la apuesta de las energías renovables de todo tipo: solar, eólica, hidráulica, biomasa, biogás, geotermia, etc. El Gobierno está comprometido con cada uno de estos proyectos y, por eso, trabaja en la planificación y desarrollo de los mismos. Un instrumento económico que se utiliza para financiar estos proyectos es el canon eólico, el cual fue avalado y respaldado en 2017 por el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Justicia Europeo.
En esta legislatura hemos trabajado en el cambio de modelo productivo, el aprovechamiento de las energías renovables y la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera desde dos perspectivas:
- Impulsando el ahorro y la eficiencia energética en las familias, las entidades locales, y las pequeñas y medianas empresas con las convocatorias de ayudas al ahorro y la eficiencia en el sector público e industrial; el fomento del autoconsumo; y la mejora de la eficiencia en el transporte. Más de 10 millones de euros en ayudas concedidas desde 2016.
- Apostando por hacer de Castilla-La Mancha una región aún más atractiva a la producción de renovables.
Por otra parte, hemos aprobado un Plan Regional de Biomasa y se ha trabajado en nueva normativa sobre economía circular. Esta Ley de Economía Circular de Castilla-La Mancha fue aprobada finalmente en diciembre de 2019, un texto pionero que persigue fomentar la transición hacia una economía hipocarbónica vinculada con el desarrollo sostenible, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y la transición energética, así como reducir la generación de residuos y su carga contaminante y promover su valorización como fuente de materias primas secundarias.
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se está fomentando la implantación de grandes proyectos de producción de energía eléctrica con tecnología fotovoltaica y eólica. En estos momentos se tramita la autorización administrativa de 119 expedientes con una potencia total de 2.628MW.