En la primera comparecencia en sede parlamentaria de la responsable de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, hemos definido ya las líneas marco que desarrollaremos a lo largo de esta legislatura, con una especial dedicación al transporte de viajeros, elemento esencial para la vertebración de una región tan extensa como Castilla-La Mancha.
Una región con casi 80.000 km2 de extensión y una población de más de 2 millones de habitantes repartidos en 919 municipios y más de 1.600 núcleos de población.
Para garantizar la movilidad de los ciudadanos en este amplio territorio y en muchas zonas con muy baja densidad de población (entre las más bajas de Europa), bajo el principio de la igualdad de oportunidades entre habitantes de distintos territorios, manteniendo el equilibrio territorial y como herramienta fundamental para luchar contra la despoblación, es necesario disponer de un sistema de transporte público de viajeros que satisfaga las necesidades de la ciudadanía y garantice el acceso a los servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación de una forma sostenible desde el punto de vista económico y sobre todo medioambiental, apostando decididamente por el transporte público frente al vehículo privado.
En este sentido, ya se está elaborando el estudio de reconfiguración del sistema de transporte público de viajeros por carreteras en Castilla-La Mancha, a través del cual ya se han diseñado los primeros anteproyectos del Servicio Integrado de Transporte Público de Viajeros por carreteara en varias comarcas: Serranía Alta-Alcarria de Cuenca, Sierras Sur de Albacete y Comarca sur de Ciudad Real.
Ya contamos con el estudio que define el Plan Director de Transportes de Viajeros en nuestra región, el cual se centra en la búsqueda de distribución por zonas que máxime la eficacia del servicio y proteja los entornos rurales.