El cultivo de la viña es una de las señas de identidad de Castilla-La Mancha. No en vano, superamos el 48% de la superficie cultivada en España (el 52% en ecológico) y el 55% de su producción. En la campaña 2018/19 en Castilla-La Mancha se produjeron más de 24,5 millones de hectolitros de vino. Además, la región cuenta con 85.000 viticultores y 425 bodegas. Otro dato importante de su implicación social es que el 75% del volumen de vinos y mostos se producen en cooperativas, figura que concentra el 59% del valor de la comercialización de las bodegas de la región. En cuanto a las exportaciones, 2019 cerró con ventas de más de 11 millones de hectolitros, alcanzando los 616 millones de euros, que se han elevado hasta alcanzar los 828,4 millones de euros en 2021. (datos del Observatorio Español del Mercado del Vino -OEMV-).
Además, Castilla-La Mancha cuenta con ayudas específicas en inversiones de determinadas infraestructuras del sector vitivinícola (VINATI), con las que se han financiado en 2019 un total de 28 proyectos con casi 10 millones de euros (lo que ha conllevado cerca de 33 millones de inversión privada).
Estos datos evidencian la tremenda importancia del viñedo y del vino para nuestra región y justifica la actualización de nuestro marco normativo para adaptarlo y concentrarlo en una única ley, y así dar respuesta a las propias recomendaciones del Plan Estratégico para el Sector Vitivinícola, elaborado en 2019.
El anteproyecto de Ley persigue la ordenación del sector vitivinícola de Castilla-La Mancha, en el marco de la normativa de la Unión Europea y de la dictada por el Estado con carácter de básica. Entre sus objetivos, se integran los siguientes:
- Promover la calidad, el control y la trazabilidad de las producciones vitivinícolas.
- Promover las figuras de calidad y el embotellado para incrementar el valor añadido de los productos.
- Promover la inversión en investigación, experimentación, innovación y promoción para garantizar su futuro.
- Proporcionar herramientas para la implicación de todos los actores en una estrategia común de desarrollo del sector para aumentar su resiliencia.
- Fomentar y consolidar la vitivinicultura como eje vertebrador del mundo rural en la lucha contra la despoblación
- Convertir los compromisos medioambientales en ejes de referencia que garanticen la sostenibilidad del sector vitivinícola castellano manchegos.
- Definir estrategias de profesionalización, empoderamiento de las mujeres y relevo generacional.
La Ley pasó la fase de información pública y se elaboró el informe de respuesta a las alegaciones remitidas en esta fase, hecho público el 6 de agosto de 2021. Figura en el Plan Anual Normativo para 2022.
El 29 de marzo de 2022, el texto del anteproyecto fue tomado en consideración por el Consejo de Gobierno. El 2 de junio de 2022 se ha admitido a trámite el proyecto de Ley, que inicia su tramitación parlamentaria. El plazo de presentación de enmiendas concluyó el 22 de junio de 2022 y se publicaron el 26 de junio de 2022. Las Cortes regionales aprobaron el texto final el 28 de junio de 2022, con el voto a favor de la mayoría absoluta del PSOE, y la abstención de PP y Cs. Se publicó en el DOCM el 11 de agosto de 2022.
