Espacios naturales
Vamos a plantear, en el ámbito del desarrollo y del medio ambiente, dos nuevos monumentos naturales: Morrón de Villamayor y el Carbonífero de Puertollano.
Desde el 20 de abril de 2021, Castilla-La Mancha cuenta con dos nuevos monumentos naturales: el Morrón de Villamayor y el Carbonífero de Puertollano. De esta manera la región pasa a tener 114 espacios protegidos.
El procedimiento de declaración se inició en noviembre de 2019 con la intención de proporcionar protección a estos dos espacios naturales y asegurar la conservación y protección del… LEER MÁS +
Desde el 20 de abril de 2021, Castilla-La Mancha cuenta con dos nuevos monumentos naturales: el Morrón de Villamayor y el Carbonífero de Puertollano. De esta manera la región pasa a tener 114 espacios protegidos.
El procedimiento de declaración se inició en noviembre de 2019 con la intención de proporcionar protección a estos dos espacios naturales y asegurar la conservación y protección del conjunto de los valores naturales que se asocian a ambos espacios, según la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza, cuyo objeto es la declaración de un espacio protegido en atención a los valores naturales geológicos, ecológicos, estéticos, educativos, divulgativos y científicos de la zona, orientando su contenido a la determinación de medidas de preservación de dichas áreas.
Según la citada Ley, las áreas naturales merecedoras de su inclusión en la Red Regional de Áreas Protegidas pueden ser aquellas que, tal y como señala el artículo 61, “[...] a) Resulten representativas de los ecosistemas y paisajes naturales o de las formaciones geológicas y geomorfológicas de Castilla-La Mancha, teniendo en cuenta su diversidad y su estado de conservación. [...] b) Resulten más importantes para la conservación en la Región de las especies de fauna y flora amenazadas. c) Contengan manifestaciones valiosas de los (...) elementos geomorfológicos de protección especial. [ ] f) Conformen un paisaje rural tradicional de singular belleza, valor cultural o importancia para la conservación de la biodiversidad”.
El Morrón de Villamayor, con una superficie de 164,67 hectáreas, se encuentra situado en el centro de la comarca natural del Campo de Calatrava, dentro del término municipal del mismo nombre en el pequeño valle del arroyo del Alibejo. Se trata de un afloramiento volcánico que destaca por la composición petrológica, la singular morfología vulcanológica (no existiendo ninguno similar en Ciudad Real), y lo particular del relieve, al destacar 30 m sobre la cota media de la cuerda paleozoica de la sierra donde se emplaza, lo que hace que sea visible desde amplias zonas de la comarca, a varios kilómetros de distancia), pero también resulta especial por su significado en la evolución del vulcanismo de Calatrava, al ser el único volcán de la primera fase eruptiva, que se diferencia del resto tanto por composición mineralógica como por morfología volcánica.
El movimiento de tierras para la elaboración de un pozo de agua llevó al descubrimiento en 1873 de las primeras plantas fósiles del carbonífero de Puertollano, y con ello al descubrimiento de las capas de carbón y su primera explotación en el año 1877. Se han descrito más de 40 especies de plantas, representantes de una flora de ambiente húmedo. La existencia de restos de vertebrados en la cuenca de Puertollano es conocida desde principios del siglo XX. Sin embargo, ha sido en las últimas décadas cuando se ha mostrado en toda su magnitud el valor cuantitativo y cualitativo del registro en vertebrados de la cuenca. Su enorme valor didáctico, puede servir para estudios futuros en campos como la misma paleontología, sedimentología, geoquímica, paleoecología, paleoclimatología o paleogeografía.
La declaración del Monumento Natural “Carbonífero de Puertollano” prevé la restauración de las áreas y recursos naturales que se encuentren degradados por las actividades humanas e incluye medidas para garantizar la conservación y restauración del paisaje de este espacio natural y su conjunto de yacimientos, considerados como una "Pompeya paleobotánica" única en España. La cuenca carbonífera de Puertollano se sitúa al sur de Ciudad Real, en el valle del río Ojailén, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Guadalquivir. Con una superficie de 47,84 hectáreas, establece la delimitación del monumento en el afloramiento carbonífero de la cantera de arcilla La Tejera, la corta de la Mina María Isabel y la corta de la Mina La Extranjera.