El Gobierno regional trabaja activamente en las políticas activas de empleo para favorecer la autonomía personal de las mujeres, prueba de ello son las importantes medidas lanzadas para fomentar el empleo, como por ejemplo los Planes de Empleo de 2019, 2021 y 2022 y el Plan de Empleo por la Igualdad.
El Plan de Empleo 2019 daba prioridad a la participación de mujeres víctimas de violencia de género con una reserva de un 15% de los contratos a realizar, estando estas mujeres excluidas del requisito de inscripción en una oficina de empleo en la fecha del registro de la oferta.
La convocatoria de 2021 reservaba un 55 % de los contratos para mujeres, perfeccionando la perspectiva de género aplicada a este tipo de programas y acercando la participación de las mujeres a su presencia en el registro de paro. En mayo de 2022, del total de contratos realizados, 12.498, el 62% era para mujeres, esto es, 7.745.
La convocatoria de 2022 mantiene la reserva del 55% de los contratos a realizar para mujeres, dado que se demuestra como medida de acción positiva eficaz para lograr reducir la brecha de género en el mercado de trabajo.
Respecto al Plan de Empleo por la Igualdad 2019, publicado el 31 de octubre de 2019, nació para avanzar en la construcción de una sociedad libre de violencia de género facilitando el acceso normalizado a un puesto de trabajo y la reinserción laboral a mujeres que sufren violencia de género y/o discriminación múltiple por pertenencia a colectivos especialmente vulnerables, acelerando con ello su recuperación física, anímica, emocional y económica. Esta iniciativa es un paso para permitir que estas mujeres salgan de una situación de vulnerabilidad agravada por el hecho de encontrarse en el ámbito rural. Se persigue, de esta manera, una doble función: por un lado, facilitar la inserción laboral a los colectivos más vulnerables, en este caso las mujeres del ámbito rural y, por otro lado, ofrecer cierto grado de autonomía económica a las mujeres víctimas de violencia de género. El acceso normalizado a un puesto de trabajo para mujeres víctima de violencia de género puede suponer un paso importante para dejar atrás esa difícil situación y potenciar la independencia económica.
Este Plan en pro de la igualdad contó con un presupuesto de 5 millones de euros y con tres líneas básicas de ayuda, que dieron empleo a cerca de 700 mujeres:
- Para la formalización de contratos temporales de seis meses de duración destinados a mujeres en situación de especial vulnerabilidad social en el ámbito rural, en municipios de menos de 5.000 habitantes.
- Para la contratación temporal, durante seis meses, de mujeres víctimas de violencia de género, dirigida a todos los municipios de la región.
- Para la firma de contratos indefinidos o la transformación de contratos eventuales en indefinidos a mujeres que pertenezcan a los dos colectivos anteriores, focalizando en el caso de las situaciones de alta vulnerabilidad en los municipios del ámbito rural.
Además, en la línea del Plan de Empleo con entidades locales, las convocatorias 2020 y 2021 de subvenciones a entidades sin ánimo de lucro para la contratación de personas desempleadas y en situación de exclusión social se dotaron con casi 3,5 millones de euros, con una reserva del 15% para mujeres víctimas de violencia de género.