En Castilla-La Mancha hay cerca de 390.000 personas de 65 o más años de edad y la esperanza de vida es superior a los 83 años, siendo de 80 años para los hombres y cercana a los 86 en el caso de las mujeres. Junto con lo anterior, el perfil de estas personas es muy variado, siendo una nota característica su grado de autonomía.
Conscientes de esta realidad el Gobierno regional plantea unos recursos y servicios especializados dirigidos a las personas mayores adaptados a sus necesidades, que priorizan los servicios de proximidad y la atención en viviendas de mayores o centros residenciales.
Por ese motivo se ha actualizado la normativa dirigida a establecer las condiciones básicas de los centros especializados de atención a las personas mayores y, en el marco del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia europeo, se impulsa la construcción de nuevos recursos residenciales para personas mayores en las zonas prioritarias, así como otras actuaciones dirigidas a mejorar las infraestructuras sociales dirigidas a personas mayores desde un punto de vista integral.
Un apoyo muy importante lo encontramos en los Servicios de Promoción de la Autonomía Personal (SEPAP-MejoraT), que permiten prevenir las situaciones de dependencia, que se puso en marcha en 2016 de forma pionera en Castilla-La Mancha, y que ha incrementado el número de poblaciones a las que llega, hasta ofrecerse a finales de 2022 en 328 ayuntamientos de la región con un presupuesto de 6,3 millones de euros.