Los Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2020, que han entrado en vigor el 1 de enero de ese año, están diseñados para generar un ahorro neto de 252 millones de euros, cumplir con los objetivos de estabilidad fijados para este ejercicio con un déficit del 0% del PIB, lo que supone no incrementar el endeudamiento y disminuir por primera vez la carga financiera, en un 1,45%.
Además, desde julio de 2015, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha logrado un ahorro en costes financieros de 15,4 millones de euros mediante la utilización de diversas herramientas financieras como la novación de préstamos y la refinanciación de deuda pública.